La tipología del cuero se puede definir según su dureza y grosor, según el uso que este pueda tener, o en relación al animal de procedencia. En relación a su dureza y grosor tenemos tres categorías, cueros rígidos, que son utilizados para elaborar sillones, asientos de automóviles y en algunos casos maletas, su grosor hace de estos un cuero rígido que se deforma muy poco, luego están los cueros de grosor medio, pueden ser blandos o rígidos según el acabado, se recomiendan para la elaboración de zapatos, bolsos, billeteras, balones, entre otros artículos de marroquinería clásica, por último, tenemos los cueros delgados, según la calidad de estos su uso, desde materia prima para guantes de alta gama, a forros para el interior de los calzados.
En relación al animal de procedencia existe el cuero vacuno, que proviene de la piel de vaca, el cuero equino, que proviene de la piel del caballo, el cuero porcino, que proviene de la piel del cerdo, usualmente utilizado para forro interior, el ovino que procede de la piel de las ovejas, el cuero de reptil que puede provenir de caimanes, cocodrilos o serpientes, el de avestruz, el shagreen que proviene de la piel de las mantarrayas, cuero de conejo y el cuero de pez. Existen otros tipos de cueros como el de Chinchilla, hurón, nutria o coipo que actualmente no se explotan debido al peligro de extinción de estas especies. Jorquera (2016)

